DULCE
De: Denis Vento
DULCE. - Esposa de Adolfo
ADOLFO. -
Esposo de Dulce
ESPERANZA. -
Hija de Dulce y Adolfo
VECINA1.-
Amiga de Dulce
VECINA2.-
Amiga de Dulce
MADRE. -
Madre de Dulce
ADOLFO SE ENCUENTRA EN EL COMEDOR DE SU CASA LEYENDO
EL PERIODICO, ESPERANDO LE SIRVAN EL DESAYUNO.
ADOLFO. - (GRITANDO) Dulce, el desayuno, apúrate
inútil.
DULCE. –(TIENE PUESTO UNOS LENTES OSCUROS PARA NO
DAR A CONOCER EL MORETON QUE TIENE EN EL OJO DERECHO) (INGRESA CON UNA TAZA CON
CAFÉ, LO PONE SOBRE LA MESA)
Sírvete
Adolfo.
ADOLFO. - ¡El Pan, la mantequilla, el queso!
DULCE. - Ahorita te lo traigo (SALE APURADA)
ADOLFO. - Carajo,
nada haces bien, (MIRANDO SU RELOJ) apúrate que me gana la hora, tengo que ir a
trabajar.
DULCE. - (ADOLFO SIGUE LEYENDO EL PERIODICO, INGRESA
DULCE CON EL PAN Y LA MANTEQUILLA)
Sírvete,
Adolfo tengo que hablar contigo
ADOLFO. - Si es por lo de anoche, disculpa, a veces
uno con sus tragos no sabe lo que hace, se me fue la mano sin querer. Te prometo que no volverá a pasar.
DULCE. - Siempre dices lo mismo.
ADOLFO. - Ya me disculpé, No, que más.
DULCE. - Esta bien, Lo que quería hablar contigo es
de Esperanza nuestra hija.
DULCE. - No, No, no hay nada de eso.
ADOLFO. - Mucho cuidado, con estarla encubriendo.
DULCE. - No
Adolfo, no encubro nada, soy incapaz de hacer algo así.
ADOLFO. - ¿Entonces qué pasa? ¿Está enferma?, o ya
salió con el cuento que quiere tener enamorado.
DULCE. - No, no,
no es eso.
ADOLFO. -
No, entonces que es, habla rápido, que no tengo todo el día.
DULCE. - Quiere postular a la universidad, y para
eso necesita prepararse en una academia.
ADOLFO. - ¿Universidad?, en que año esta Victoria.
DULCE. - ¿Cómo en que año?, está en cuarto año de secundaria.
ADOLFO. - Mira el dinero no me alcanza, además falta
un año para que termine, puede trabajar en sus vacaciones, ahorrar y pagar su academia,
mejor después hablamos.
DULCE. El
próximo año hay un examen de primera opción para los mejores alumnos de todos
los colegios del estado y ella quiere postular.
ADOLFO. Ya veremos, ya veremos, déjame tomar mi
desayuno que me gana la hora.
(ADOLFO, SE
SIRVE UN SORBO DE CAFÉ, Y LO ESCUPE) Esto no es café, es agua sucia, además
esta frio, (COGE LA TAZA Y LE LANZA EL CAFÉ DULCE MOJANDOLE TODO EL VESTIDO),
eres una inútil, no sirves para nada.
DULCE. - Te levantas tarde y el tiempo no te alcanza,
ni para tomar el desayuno ni para conversar.
ADOLFO. - (ADOLFO SE LEVANTA DE LA SILLA LA COGE DEL
BRAZO FUERTEMENTE Y LA SARANDEA) Como te atreves a echarme la culpa (LA ARROJA
AL PISO), desde que amanece empiezas a fregarme la vida.
(COGE SU SACO, SU MALETIN Y SALE DE ESCENA) Me
largo.
(INGRESA ESPERANZA LA HIJA DE DULCE LISTA PARA IR AL
COLEGIO AL VER A SU MAMA EN EL SUELO CORRE AYUDARLA)
ESPERANZA. - Mamá, que paso, porque lloras
DULCE. - Nada hija me resbale, como llevaba la taza con
café, me cayó encima.
ESPERANZA. – (AYUDANDO A SU MAMA A LEVANTARSE) No mama,
sabes que no es así, otra vez mi papa, te ha vuelto a tratar mal.
DULCE. - No te preocupes hija, ha prometido que va a
cambiar.
ESPERANZA. - ¿Cuándo mamá?, Cuando, y esos lentes
oscuros.
DULCE. - Creo que me va a dar Orzuelo y no quiero
que nadie me vea.
ESPERANZA. - Mama, en la madrugada también escuche
gritos, por que discutían.
DULCE. - Tu papa llego un poco tarde, y quería
comer, la comida estaba fría, tuve que calentarla, pero no me gritaba hijita
hablaba fuerte nada mas.
ESPERANZA. - Con él no se puede hablar, yo tengo miedo
hacerlo.
DULCE. - Tu papa viene cansado de trabajar, pero
siempre trata de conversar con él.
ESPERANZA. -
Conversar no se puede mama, se cierra en sus ideas, y grita cuando uno
no esta de acuerdo.
DULCE. - Pero no siempre es así.
ESPERANZA. -
Antes no era así, hará dos años que ha cambiado, desde que dijo que lo
ascendieron en el trabajo para de mal humor y siempre borracho. Temo que me
pueda pegar.
DULCE. - Tu papá te quiere hija, no creo que te
levante la mano.
ESPERANZA. -Siempre decía que con un mejor puesto en
el trabajo mejoraría nuestra situación, pero no, todo esta peor.
DULCE. - Él ha prometido cambiar hija.
ESPERANZA. - Ojalá
mamá, ojalá, hablaste con mi papá para que page la academia, sabes que quiero
postular a la Universidad y necesito prepararme.
DULCE. - Si
ya conversamos, pero en la noche volveré hablar con el, tratándose de tus
estudios seguro que te va ayudar.
ESPERANZA. -
Y si no quiere?
DULCE. - No te preocupes hija si va a querer, en caso
no le alcanza el dinero, sabes que coso vestidos de todo el vecindario y con lo
que me pagan puede servir para tus estudios.
ESPERANZA. -
Ten cuidado mamá cuando hables con mi papa, hoy es viernes, y los fines
de semana se va con sus amigos y viene borracho.
ESPERANZA. -
Si mama ya voy. (SALE DE ESCENA)
DULCE. - (DULCE SE QUEDA SOLA Y PENSANDO EN VOZ
ALTA.) Porque habrá cambiado Adolfo,
tiene todo lo que una persona busca, una casa, un buen trabajo, una hija que le
quiere, yo le atiendo bien, pero parece que no valora, me maltrata, o talvez
hay otra persona, no, no creo.
(TOCAN LA PUERTA, DULCE ABRE, INGRESA LA VECINA1)
DULCE. -
Pase, Pase vecina, buenos días.
VECINA1.- Hola Dulce venia por mi vestido, estará
listo.
DULCE. - Si
ya está listo, ahorita te lo traigo.
DULCE SE DIRIGE AL INTERIOR DE LA CASA A TRAER EL
VESTIDO
VECINA1.- (MIRA ALREDEDOR Y PENSANDO EN VOZ ALTA) Se
siente un ambiente cargado de mucha tensión, no hay paz en esta casa.
(REGRESA DULCE CON EL VESTIDO Y AL ENTREGARLO LA VECINA1
OBSERVA MORETONES EN SU BRAZO)
VECINA1.- ¿Qué te paso en el brazo?
DULCE. - (FINGIENDO DESCONOCER A LO QUE SE REFIERE Y
EN UN TONO DISTRAIDO) No recuerdo en verdad, tal vez como ayer estuve haciendo
limpieza de la casa me lastime con algo sin darme cuenta.
VECINA1.- No me mientas Dulce, fue Adolfo, ¿Verdad?
DULCE. -
Mejor, no hablemos de eso…. Ya paso.
VECINA1.- Y porque traes lentes oscuros. (LE RETIRA
LOS LENTES Y VE EL OJO DERECHO MORETEADO)
VECINA1.- Dulce, hasta cuando vas a soporta tanto
maltrato.
DULCE. - Es
que… tiene razón en enojarse, ayer no le
guarde comida, y hoy día prepare muy tarde el desayuno.
VECINA1.- Nada justifica que te maltrate.
DULCE. - No
lo volverá hacer, me lo ha prometido.
DULCE. -
Pero ahora va a ser distinto, lo presiento.
VECINA1.- Hay Dulce, Dulce, no te engañes, él es un
golpeador, no va a cambiar, denúncialo.
DULCE. - En
verdad me dijo que era la última vez, no hace falta ninguna denuncia.
VECINA1.- Si tu no lo haces, lo hare yo.
DULCE. - No,
No por favor.
TOCAN LA PUERTA, DULCE SE APRESURA EN PONERSE LOS LENTES
Y VA ABRIR LA PUERTA, INGRESA LA VECINA2
VECINA2.-
Hola Dulce, hola vecinita, caramba todo el barrio esta reunido.
VECINAN1.- Tu siempre tan alegre.
DULCE. -
Vienes por tu vestido.
VECINA2. Si
hija, en la noche tengo un cumpleaños y quiero estar muy guapa.
DULCE. -
Enseguida te lo alcanzo. (SALE DE ESCENA)
VECINA2.- (A LA VECINA1) Que le pasa a Dulce, la veo
media tristona.
VECINA1.- Lo de siempre, Adolfo que la volvió a golpear.
VECINA2.- Ese desgraciado, le daría un par de golpes
y después lo metería preso para que aprenda.
VECINA1.- Yo le he dicho que lo denuncie, pero se
resiste, no quiere hacerlo.
INGRESA DULCE CON EL VESTIDO
DULCE. - Tu vestido quedo muy bonito.
VECINA2.- Seguro que sí, tú trabajas muy bien, no lo
dudo. Como te va con Adolfo.
DULCE. - Ahí,
siempre con sus altas y bajas.
VECINA1.- Dile la verdad Dulce, nosotras somos
amigas.
DULCE. - Es que…
VECINA1.-
Mira lo que le ha hecho ese desgraciado. (LE QUITA LOS LENTES Y LE
MUESTRA LOS MORETONES EN LOS BRAZOS)
DULCE. -
Para ti es fácil hablar.
VECINA2.- Fácil decirlo y hacerlo.
VECINA1. - ¿Por qué?
VECINA2.- Se
acuerdan de Pocho con el que estaba saliendo.
VECINA1.- Tu ultima conquista.
DULCE. - ¿Qué paso con Pocho?
VECINA2.- Cuando estábamos de enamorados, me traía
flores, me llevaba al cine, al teatro, a comer era muy amable, cariñoso,
romántico.
DULCE. - Como
todos los enamorados, con el fin de conquistarnos.
VECINA2.-
Al cabo de tres meses de enamorados, decidimos convivir, se vino a vivir
a mi departamento.
VECINA1.- Siempre se les veía muy amorosos, hacían
una linda pareja.
VECINA2.- Los
primeros días de convivencia todo muy bien, compartíamos las tareas de la casa,
íbamos a comprar juntos, hasta me llevaba el desayuno a la cama los domingos,
la pasamos de maravilla.
VECINA1.- Muy cariñoso el muchacho.
VECINA2.- Todo lo bello solo duro tres semanas, de
ahí en adelante todo cambio, si íbamos al cine el escogía la película, los
sábados y domingos oh salía jugar con los amigos, oh se apoderaba del televisor
a ver los partidos de futbol todo el día, ya no me ayudaba en casa.
VECINA1.- Empezó a salir su verdadero Yo
VECINA2.- Un
domingo al regresar a casa de hacer compras en el mercado, lo encuentro en la sala
con sus amigos viendo el futbol, tomando cerveza, comiendo unos sándwiches, ni
siquiera se acerco a ayudarme con las bolsas del mercado.
DULCE. - ¿Tu sabías que iban a venir sus amigos?
VECINA2.- No, no sabía nada de esa reunión.
DULCE- Los echaste a todos.
VECINA2.- No, me trague la cólera, logre dominarme deje
que terminen y en la tarde cuando se fueron, hable con Pocho.
VECINA2.- Le dije que está bien que se reúna con sus
amigos, pero debe avisar antes, para prepararme o talvez ese no sea el momento
para reunirse, pero ambos tenemos que estar de acuerdo.
VECINA1.- Reconoció
su error
VECINA2.- No, al contrario, me grito y dijo “Soy el
hombre de la casa y yo tomo las decisiones y punto”.
DULCE. - ¿Te asustaste?
VECINA2.- Yo asustarme, hay caray, también lo grité
le dije “Un momentito esta es mi casa y si vamos a convivir se harán las cosas
de común acuerdo “
VECINA1.- Muy bien lo pusiste en su sitio.
DULCE. - ¿Cómo reacciono?
VECINA2.- Volvió a gritarme a insultar a tratarme
con lisuras y me dio una cachetada, que me tumbo en el sofá.
VECINA1. También resulto un pegalon.
VECINA2- Me levante con una rabia, cogí una silla, pero
me controle, solo le dije “Coge tus cosas y te largas de mi casa, hasta acá
hemos llegado”
DULCE. - ¿Qué hizo?
VECINA2.- Se
dio cuenta lo que había echo, me pedía disculpas, pero yo no acepte, lo largué,
tuvo que coger sus cosas e irse.
DULCE. - Pero
estaría mareado por eso actuó así.
VECINA2.- Mira Dulce, ni mareado ni bueno y sano un
hombre no puede tocarte, si te quiere de
verdad tiene
que respetarte en todo momento.
VECINA1.- No le perdonaste ni la primera vez.
VECINA2.-
No, si le perdonaba la primera, después venia una segunda vez, y luego
otra y otra, el que es pegalon no cambia.
VECINA1.- Tan feliz que los veía, y ahora estas
sola.
VECINA1.- Si, tienes razón.
VECINA2.- Tu
caso es diferente tienes 30 años de casada y eres feliz en tu matrimonio.
VECINA1.- Si
es cierto, pero es que yo lo tengo clarito desde que nos comprometimos, desde
el primer día le dije a mi esposo que si me hace una , una nada mas , todo
termina ahí, claro que hemos tenido a lo largo de estos años nuestras
escaramuzas pero la hemos solucionado conversando porque eso de bueno tenemos
conversamos mucho, el dialogo es la única forma de entendernos y conocer
nuestra virtudes y defectos que nos permite sacar conclusiones para llevar un
matrimonio de comprensión y respeto.
LA MADRE DE DULCE INGRESA APRESURADA Y PREOCUPADA.
MADRE. - ¿Dulce,
hija estas bien?
DULCE. - Si mama, ¿Por qué?
MADRE. - Me llamo,
Esperanza, preocupada porque otra vez has discutido con tu marido.
VECINA1.- No solo discutieron, también le ha pegado,
anoche y hoy en la mañana. (MOSTRANDOLE LOS GOLPES EN LOS BRAZOS Y EL OJO)
MADRE. - Este
desgraciado lo que te ha hecho, ya te he dicho hija que ese hombre no te
conviene.
VECINA2.- Le estamos aconsejando que lo denuncie a
la Policía, por violencia física, violencia verbal, violencia psicológica.
VECINA1.- Que lo deje, así no puedes seguir viviendo
DULCE. - Lo
hago por mi hija.
VECINA1.- Por tu hija, quieres que siga viviendo en
un ambiente de violencia.
DULCE. - ¿No, pero a donde voy a ir?
MADRE. -
Sabes que puedes venir a la casa, ahí tengo dos habitaciones libres para
Uds.
DULCE. - Es
que no se si deba dejarlo, el me ha dicho que va a cambiar.
VECINA1.- Dulce, Dulce, él nunca va a cambiar el que
pega una vez lo hará una segunda y lo hará siempre.
MADRE. -
Claro hija, vamos a casa, ahí puedes estar todo el tiempo que necesites
hasta que resuelvas y pongas fin a esta situación.
DULCE. - Esta
bien, me iré por un tiempo, tienen toda la razón. Desde hace tiempo que mi casa
dejo de ser un hogar.
VECINA2.- Cuenta con nosotras en todo lo que
necesites.
DULCE. - voy a empacar algunas cosas mías y de mi
hija.
VECINA1. Nosotras
te vamos ayudar, vamos.
LAS CUATRO SE
DIRIGEN AL INTERIOR DE CASA PARA AYUDAR A DULCE.
AL CABO DE UNA SEMANAS DULCE DECIDE IR A SU CASA POR
UNOS DOCUMENTOS QUE OLVIDO.
DULCE. - Mamá, salgo un momento, ¡ya vuelvo!
MADRE. - ¿A dónde vas?
DULCE. - Voy
a mi buscar unos documentos que olvidé en casa.
MADRE. - Pero
hija, te puedes topar con ese salvaje.
DULCE. - No
te preocupes, a esta hora Adolfo está trabajando y tiene para rato, no me lo
voy a cruzar.
Madre. - Me
da miedo que vayas sola, avisare a las chicas para que te den el alcanza, es
mejor que te acompañe alguien.
DULCE. -
Bueno mamá, como quieras. ¡Ya vengo!
DULCE INGRESA A SU CASA, MIRA TODO ALREDEDOR CON
NOSTALGIA, NO ADVIERTE QUE ADOLFO SE ENCUENTRA ADENTRO. UNA VOZ CON TONO
IRONICO LA ALERTA Y LA ATERRA.
ADOLFO. - (APARECE CON UNA BOTELLA DE LICOR EN LA
MANO) Así que volviste.
DULCE. - (CON MIEDO) Adolfo, pero… ¿Qué haces acá?
ADOLFO. - Hoy
no fui a trabajar. Además, es mi casa y hago lo que se me da gana en ella. Así que,
no te importo mucho si me molestaba o no que te fueras y te llevaras a nuestra
hija.
DULCE. - Si
me fui es porque ya no soportaba mas nuestra situación y tus abusos.
DULCE. -
Pero contigo no se podía hablar siempre te ofuscas, gritas, no escuchas.
ADOLFO. - Yo te voy a enseñar que las cosas se hacen a
mi modo, o no se hacen. (SE ACERCA DONDE DULCE CON LA INTENCION DE GOLPEARLA)
DULCE. -
No… Adolfo, por favor no me pegues, no me lastimes.
ADOLFO
LE DA DE GOLPES, DULCE CAE AL SUELO Y SU CABEZA SE GOLPEA CON LA PARED QUEDA
DESMAYADA
ADOLFO. -
Levanta carajo, o quieres que te levante a patadas. (AL VER QUE NO
REACCIONA)
Dulce, Dulce, no, no, solo quería asustarte, (SE
ARRODILLA Y LA COGE EN SUS BRAZOS, EN ESE MOMENTO INGRESAN CORRIENDO VECINA1 Y
VECINA2)
VECINA1.- ¿Qué has hecho Adolfo?
VECINA2.- Llamare a la policía. (sale de escena)
ADOLFO. - (LLORANDO) Solo quería que me entendiera,
no fue mi intención matarla.
INGRESA LA MAMA CON LA NIETA
ESPERANZA. -
Mamá, Mamita,
MADRE. -
Hija, no, no.
TODOS RODEAN A DULCE
INGRESA LA VECINA2 CON EL POLICIA Y LE SEÑALA A
ADOLFO
POLICIA. -
Acompañe Señor, esto lo va a pagar muy caro, ira a prisión por el resto
de su vida.
VECINA1.- (A LA V2 MIRANDO COMO LA POLICIA SE LO
LLEVA PRESO) Que se pudra en la cárcel.
POLICIA. -
Señora, si denunciaría con tiempo, se podría evitar muchas de estas
situaciones.
VECINA1.- Al fin se hizo justicia.
SALE EL POLICIA LLEVANDOSE A ADOLFO
VECINA2.- (MIRANDO AL CUERPO DE DULCE) Se hizo
justicia con ese desgraciado, pero a que precio.
Telón
c
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