mi dulce martirio

 

Mi Dulce Martirio

De: Denis Vento

Personajes:

Fortunato     Un jubilado sumiso a los requerimientos de la esposa.

Martirio        Esposa de Fortunato, gritona, mandona, pero quiere a su esposo.

Josefa         Mucama de la casa de Fortunato

Mañuco       Amigo de Fortunato

Clotilde        Esposa de Mañuco

Hijo de Fortunato

Hija de Fortunato

Pipo            Amigo de Fortunato

Toño           Amigo de Fortunato

La obra se desarrolla en la sala de la casa de Fortunato, se inicia la escena con Josefa limpiando los muebles, tiene unos audífonos puestos con los que está escuchando música y bailando.  ingresa Martirio desde interior de la casa.

Martirio. – ¡Josefa!  (Josefa da la espalda pues está limpiando y no le escucha) ¡Josefa! (no le escucha, la Sra. Se molesta le jala un audífono y le grita al oído) ¡JOSEFA!

Josefa. - (Voltea y da un grito)! ¡Hay mamita!  me asusto Sra. (cogiéndose las orejas) Casi me deja sorda.

Martirio. – Pero como se te ocurre limpiar con esas cosas puestas, si ocurre algún percance uno no cuenta contigo.

Josefa. – Disculpe Señora, tiene Ud. razón ya no va a volver a ocurrir.

Martirio. -  Esta bien, disculpa aceptada.

Josefa. -  Señora le sirvo el desayuno.

Martirio. –  No todavía, este fin de semana me voy a la playa y lo que quiero es que prepares mi maletín con todo lo necesario, me entendiste.

Josefa. – Si Señora y la del Señor también.

Martirio. -  No, no, no, no él se queda, este es un paseo solo de chicas me voy la esposa de Mañuco, de Pipo y Toño.

Josefa. - Pero Sra. Hoy es...

Martirio. – Que pasa con el día de hoy Josefa.

Josefa. - Nada señora, nada, preparo el maletín hasta el día domingo,

Martirio. – Claro pues hija, que te pasa que esta toda distraída.

Josefa. -  Nada Señora solo decía. Una cosita Señora como Ud. no va estar me puedo tomar el día libre, es cumpleaños de mi Filiberto y quiero pasarla con él.,

Martirio. -  Ah! ¡Picarona!, con razón estas toda distraída, está bien tomate el día libre.

Josefa. –   Gracias Señora

Martirio. – Por estar pensando en tu Filiberto no te vayas a olvidar de preparar mi equipaje.

Josefa. -  No Señora como me voy a olvidar.

Martirio - Y hazlo tu misma no dejes que el distraído de Fortuna meta las manos.

Josefa. – No Sra. Yo mismo lo voy hacer, porque Don Fortunato enreda todo.

Martirio. - Y cuidado con olvidarte los repelentes y cremas, como el verano pasado.

Josefa. – Eso ocurrió porque don Fortunato confunde las cosas.  

Martirio. – Atenta, porque en cualquier momento pueden llegar las chicas.

Josefa. – Si, Señora

Sale Martirio e ingresa Clotilde con una bolsa playera.

Clotilde. – Buenos días Josefa.

Josefa. – Buenos días, Sra. Olinda.

Clotilde. - ¿La Sra. Martirio?

Josefa. – Voy a llamarla un momento por favor. (Ingresa Martirio y Josefa quien continúa limpiando)

Martirio. – Mi querida amiga Olinda, gracias por venir.

Clotilde. – No, no nada de gracias para eso estamos las amigas para apoyarnos.

Martirio. – Sabes algo de Dorotea y Margarita, todavía no llegan.

Clotilde. – Ellas se han adelantado para hacer algunas compras y luego se reúnen con nosotros.

Martirio. – Mejor así ganamos tiempo para tener todo listo. Olinda a tu marido no le abras contado nada de nuestro plan.

Clotilde. – No, a el no le puedo contar ningún secreto, aunque dice: Soy una tumba. Le cuentas algo y corre a contarle a sus amigotes.

Martirio. – Es una tumba, pero una tumba abierta.

Las dos jajjajajajaja

Pero va a estar presente.

Clotilde. – Si por supuesto, le he dicho que no se mueva de la casa y espere mi llamada.

Martirio. – Te va a esperar? En cuanto salimos, ellos fugan a la calle. Acompáñame a terminar de arreglar mis cosas.     Salen las dos al interior de la casa.

Ingresa Fortunato alegre, cantando

Fortunato. -  Me voy a la playa Oh, Oh, Vamos a la playa Oh, Oh

Josefa. -  Buenos días don Fortunato esta muy alegre esta mañana

Fortunato. – Por supuesto Josefita, hoy empieza el verano, hay un sol resplandeciente y por si fuera poco me voy de paseo a la playa.

Josefa. - ¿También se va?

Fortunato. – Como que también, nos vamos todos, mi caramelito, mi dulce eterno ha organizado un paseo a la playa familiar (Sonriendo) Creo saber cuál es la razón del paseo.

Josefa. -  No le han dicho…

Fortunato. - ¿Qué cosa Josefa?

Josefa. -  Este, este, (Al publico) Mejor no le digo nada, me callo la boca.

Fortunato. – Que pasa Josefa, que chisme me vas a decir

Josefa. – No Señor Fortunato, que, que, que, los del Servicio de Meteorología dice que posiblemente llueva.

Fortunato. – No les creas nada, cuando ellos dicen que va llover sale el sol y si dice que sale el Sol empieza a llover. Sus datos no son muy confiables que digamos.

Josefa. - (Aparte) Pobre don Fortunato no sabe que no lo van a llevar, solo le seguiré la corriente.

Fortunato. - Estoy preparando mi equipaje, pero no encuentro mi trusa esa que causó sensación el verano pasado.

Josefa. – Cual don Fortunato, esa que tenía más colores que el arco iris.

Fortunato. – Si, si esa misma, sabes donde esta

Josefa. – La Señora la tiro a la basura hace tiempo y le compro una negra, que está en su cajón. 

Fortunato. – Pero que dices, no puede hacer eso.

Josefa. – Pero ya ve

Fortunato. - (Fastidiado) Voy hablar con ella muy seriamente, que se habrá creído.

(Fortunato está dando la espalda al interior de la casa desde donde ingresa Martirio)

Martirio. - ¿Qué pasa Fortunato?

Fortunato. - ¡Ah! ¡Ah! Nada mi Martirio de mi vida, preguntaba por mi ropa de baño negra como nos vamos a la playa.

Martirio. – Vamos, no, no, mira Fortunato yo voy a la playa solo con mis amigas, es un paseo de chicas por lo tanto tú te quedas en casa.

Fortunato. – Ya tenía mi maletín listo para el paseo.

Martirio. -  Además Jacinta tiene el día libre, la casa no se puede quedar sola.

Fortunato. -  Mi dulce Martirio me voy a aburrir solo en la casa.

Martirio. – Para que no te aburras tienes toda la ropa de invierno que esta acumulada en la lavandería y la ropa que esta regada por toda la casa, aprovecha el sol y ponte a lavar, que así te distraes y no te vas aburrir.

Fortunato. – Pero Martirio yo…

Martirio. -   Además tienes que sacar a pasear a Troncoso por el parque y no te olvides de recoger sus excretas porque si nos multan tú la vas a pagar. Ya ves con tantas tareas no te vas aburrir.

Fortunato. -  Martirio ya tenía todo mi equipaje listo y ya iba a empezar a preparar el tuyo.

Martirio. – No, no, no, eso lo va a ser Josefa.  (A Josefa) Ya está listo

Josefa. – Voy de inmediato Sra. (Sale)

Martirio. – Tu no te metas con mi equipaje que el año pasado lo enredaste todo, te acuerdas

Fortunato. – Una pequeña confusión.

Martirio. – ¡Pequeña confusión!  pusiste la ropa de baño y la ropa interior de la abuela en vez de la mía, que hubiera pasado si mis amigas se daban cuenta de esa “Pequeña confusión” hubiera sido el hazmerreír de todo el paseo.

Fortunato. -Pero afortunadamente nadie te vio.

Martirio. -  Afortunadamente para ti, por que si mis amigas se hubieran enterado ¡Hay! No sé qué te hubiera hecho.  Ni me hagas acordar porque se me pone la carne de gallina (Muestra sus brazos)

Fortunato. -  Al final saliste ganando te compre todo nuevo.

Martirio. – Tenías que comprarlo o querías que ande calate por toda la playa.

Fortunato. -  Esta bien tienes razón, disculpa, pero esta vez ya no va a ver confusión.

Martirio. -  Claro que no, porque Josefa va a preparar el maletín. Me voy tengo que terminar de arreglarme.    

              (Martirio se dirige al interior de la casa)

Ingresa Josefa cambiada y arreglada, lista para salir

Josefa. – (Al publico) Pobre don Fortunato ni un regalo ni un saludo por su día. (a Fortunato) Adiós don Fortunato.      (Sale con dirección hacia la calle) que tenga un buen día.

Fortunato. -  Chau Josefa, aunque no creo que será un buen día.  (Sentado en el sillón de la sala queda pensativo y cabizbajo)

Ingresan Mañuco, Pipo, Toño, amigos de Fortunato

Mañuco. - ¿Qué te ocurre amigo mío?

Pipo. – Que pasa hermano por esa cara de carnero degollado.

Toño. -  Seguro que te martirizo martirio

Fortunato. – No sean graciosos, con la desgracia ajena.

Mañuco. – No les hagas caso sabes que siempre están a la broma pero que te pasa hermano, cuéntanos tu problema talvez podamos ayudarte.

Pipo. – Claro, para eso estamos los amigos para apoyarnos siempre.

Fortunato. – Que todos se van a la playa y yo me tengo que quedar en la casa a la lavar la ropa.

Mañuco. – Si lo sé, porque no sé cómo ha hecho Martirio, pero ha convencido a Clotilde para que la acompañe.

Pipo. – A Margara también la convenció y se la lleva de paseo.

Toño. – A mi mujer también la convenció, algo traman ese grupito. Aunque a mi me conviene para que Dorotea se relaje.

Fortunato. – (Preocupado) Que paso, ¿han discutido?

Pipo. - (A Toño) Seguro nos has querido lavar los platos y ella se molesto

Toño. -  No, estás loco yo nunca lavo nada, eso es para los pisados.

Mañuco. – Déjenlo que cuente ¿qué paso Toño?  te escuchamos.

Toño. – Invitamos al Papa del novio de mi hija a que pase el fin de semana en la casa con el fin de conocernos, como están pronto a casarse.

Pipo. -  A la mama no la invitaste.

Toño. – Es viudo

Pipo. - ¡Que suerte!

Fortunato. – Te escucha tu mujer, la viuda va ser ella. Sigue Toñito...

 Toño. – Mi mujer Dorotea me hizo limpiar, arreglar, pintar el cuarto de visita, compre un colchón nuevo deje todo estaba listo para recibir al consuegro, ayer lo esperábamos, él dijo que llegaba a las 8 de mañana pasaron como tres horas y nada, no llego. También esperábamos al electricista porque el intercomunicador estaba malogrado, pero tampoco llego.

Mañuco. -  Se perdió el hombre, no se ubicaría bien.

Toño. -  Mi hija y su novio fueron a buscarlo a la terminal de los buses, como teníamos que hacer unos tramites salimos con mi esposa, le dijimos a Doña Pepa la mucama que este atenta por si llegara alguno de los dos que estábamos esperando.

Mañuco. -  interesante parece una novela, ¿Y qué paso con el suegro?

Toño. – Espera acá viene lo bueno, regresamos con mi mujer y encontré al electricista arreglando el intercomunicador en el interior de la casa, pero  Jeremías así se llama el consuegro no llegaba,  me fastidie y hable mal del el dije que era un irresponsable, que no merecía recibirlo en la casa, que gaste plata para arreglar la habitación y dije otras cosas más , en ese momento llega mi hija con su novio el se detiene en el umbral de la puerta y dice “Que haces Papa”, todos nos sorprendimos , lo que paso fue que Doña Pepa había creído que el tipo era el electricista.

Fortunato. – ¿Lo confundió? No puede ser, como fue eso.

Toño. – Lo que pasa que Jeremías vino en moto con su Harley Davidson su casaca negra, es fanático de las motos y al verlo así Pepa pensó que era el electricista y como él es tipo muy servicial se puso arreglar el intercomunicador.

Pipo. – Entonces el suegro escucho todo lo que dijiste de él.

Toño. – Así es, se molestó, le dio a su hijo la sortija de compromiso de la mama para que le dé a mi hija y se retiró fastidiado.

Fortunato. -  Y ahora como arreglas esa situación.

 Toño. - Mi hija y su novio han ido a hablar con él para aclarar esta confusión.

Mañuco. – (sonriendo) Parece una novela, ojalá salga todo bien.

Fortunato. –  Seguro tu hija y tu yerno lo aclaran todo. (Mira a los tres amigos) Lo que me extraña es que Uds.  me visiten tan temprano.

Mañuco. – Como nos hemos quedado solos y solteros, venimos a invitarte para irnos al club a divertirnos un rato.

Pipo. – Me han pasado la voz que hay socias nuevas unas viuditas muy guapas.

Fortunato. - ¿Hay que darles el pésame?

Pipo. – No sonso, para conocerlas, para hacer amistad.

Fortunato. – No tengo ganas de ir.

Mañuco. – Vamos Fortunato, anímate hombre que vas hacer solo y encerrado en tu casa.

Fortunato. – La verdad, es que yo (pausa) pensé que el paseo era una sorpresa por mi cumpleaños, pero parece que todos se han olvidado.

(Los tres se miran y hacen gesto de que no se acordaban del cumpleaños de Fortunato)

Los tres. – ¡Claro tu cumpleaños!

Pipo. – Precisamente unos de los motivos para ir al club es que almorcemos por tu cumple.

Fortunato. – Gracias amigos al menos Uds. se han acordado que hoy es mi cumpleaños.

Mañuco. – Claro mi querido Fortunato nosotros tus amigos de siempre como nos íbamos a olvidar de una fecha tan importante, verdad muchachos.

Pipo. - Por supuesto como nos vamos a olvidar de tu cumple.

Toño. -  Eso nunca, no, no, nunca nos podremos olvidar de ti.

Pipo. – Nosotros vamos a casa de Tito a ver si quiere ir al club y después regresamos por ti.

Fortunato. – No sé, de repente Martirio se molesta yyyy.

Mañuco. – Pero si no va estar, como se va a enterar, alístate que regresamos.   Salen los tres.

Ingresa el hijo y la hija desde el interior de la casa charlando alegremente cuando ven a Fortunato sentado en el sofá cabizbajo y pensativo.

Hija. – Que le pasa a Papa

Hijo. – No lo sé, talvez perdió su equipo de futbol.

Hija. – No creo que sea eso, los partidos recién juegan mañana. Vamos a preguntarle.

Hija. – Hola Papa ¿Te pasa algo?

Fortunato. – Nada hija, todo está bien.

Hijo. -  Algo te pasa ¿porque esa cara toda tristona?

Hija. – Cuéntanos que te ocurre somos tus hijos y podemos ayudarte.

Fortunato. – Bueno, lo que pasa es que todo se van de paseo y yo me tengo que quedar a lavar la ropa, como Jacinta se va el fin de semana no hay quien lo haga.

Hija. – Habla con mama ella seguro te va entender.

Hijo. – Papá creo que debes ser más fuerte de carácter no dejarte dominar.

Fortunato. – No es eso hijo, pero que puedo hacer.

Hijo. – Mira viejo párate frente a mi mamá y dile (Con voz enérgica) “MARTIRIO YO NO LAVO NADA Y VOY A LA PLAYA CON UDS” a ver repite

Fortunato. – (Repite con voz baja y temeroso) Martirio yo no lavo nada y voy a la playa con Uds.    

Hijo. – (A la hermana) a ver tu ponte delante de Papa como si fueras mi mama con una cara toda molesta (imita la cara de la mama) 

Hija. – No, no, yo me voy, no quiero problemas con mi mama (Sale hacia el interior de la casa)

Hijo. -Haber papá hazlo con más fuerza, comoooo…a ver otra vez

Fortunato. – (Repite con voz algo más fuerte) Martirio yo no lavo nada y voy a la playa con Uds.

Hijo. - Eso es papá, así, ahora ponle más energía, más fuerte todavía

Fortunato. – (Con voz fuerte y enérgica) ¡MARTIRIO YO NO LAVO NADA Y VOY A LA PLAYA CON UDS!

Hijo. - Bien papá, así se hace, se te bien varonil.

Fortunato. – Si hijo, ahora sabrán quien es el verdadero Fortunato.

Hijo. – Me voy viejo, tengo un partido de futbol y de ahí nos vamos a una fiesta con el grupo. Me das algo (Extiende la palma de la mano para pedir dinero) (Fortunato le da un par de billetes) Solo eso, ya pues viejo un poco más. (Fortunato le da más dinero) Gracias Papa. (Camino a la salida se detiene en la puerta, voltea) No te olvides mucha energía, mucha energía.  Sale

Fortunato. – (Al quedar solo vuelve a practicar) “Martirio yo no lavo nada y voy a la playa con Uds.” eso es, ahora vera. (Fortunato queda dando la espalda al interior de la casa por donde ingresa Martirio con maletín en la mano)

Martirio. – (Deja el maletín en el suelo) ¡Fortunato!

Fortunato. - (Con voz enérgica) Martirio Yo (Se voltea y se desvanece su voz enérgica al ver a su esposa) yo, yo, voy aprovechar el sol para lavar toda la ropa, toda, toda.

Martirio. – Muy bien, así debe ser, ahora dame la plata para los gastos porque ya nos vamos (ingresa Clotilde y la hija con su maletín en mano listas para salir)

Hija. – Papá, yo también voy a la playa, necesito para unos gastos. (Estiran la mano para recibir el dinero) (Fortunato saca la billetera y reparte el dinero a su esposa y su hija)

Martirio. – (Besa a Fortunato) Chau y pórtate bien y lava bien la ropa.

Hija. - (Besa en la mejilla) Gracias papá eres lo máximo.

Clotilde. – Nos vemos Fortunato.

 (Las Tres salen hacia la calle)

Ingresa Mañuco, Pipo y Toño.

Mañuco. – Listo para ir al Club

Fortunato. – No hermano, no puedo ir tengo que lavar toda la ropa

Mañuco. -  Vamos hombre, estamos un par de horas y regresamos

Toño. -  Nos han separado la mejor mesa para nuestro almuerzo por tu cumpleaños.

Fortunato. – Si Uds. me ayudan a lavar, termino rápido y nos vamos

Mañuco. – jajajjaja yo no sé nada de lavar todo eso lo hace Clotilde

Pipo. -  A mi ni me mires, no se nada lavado de ropas.

Toño. -  Cuenta conmigo en lo que quieras menos en lavar la ropa.

Fortunato. – Estoy muy animado por ir al Club con Uds.  pero tienen que ayudarme

Mañuco. -  Esta bien, pero solo por ser tu cumple. (Se dirigen los tres al interior de la casa y se escucha a Mañuco dirigir el lavado, Fortunato en la sala queda sorprendido) a ver Toño tu separa la ropa blanca de la de color, Pipo busca el detergente para lavadoras, y yo busco lejía para ropa blanca y para ropa de color y al final le ponemos el Suavitel para que la ropa este olorosa. Encendemos la lavadora y listos nos vamos al club.  (al poco rato regresan)

Fortunato. – (A Mañuco) Como no decías que no sabias lavar

Mañuco. – No, es que, este, lo acabo de ver en YouTube

Fortunato. –jajajjaja si seguro

Mañuco. – Ya, ya gracioso vámonos al Club. (Todos salen)

(Ingresa toda la familia y las esposas de los amigos con regalos, globos, torta)

Clotilde. - (Revisa el interior de la casa) No hay nadie ya podemos preparar todo para darle una sorpresa

(Se escucha conversaciones, risas de Fortunato y sus amigos)

Martirio. – Ahí vienen hay que escondernos.  (ingresa Fortunato y sus amigos y todos salen gritando) ¡Sorpresa Feliz Cumpleaños Fortunato!, (lo saludan, abrazan)

Martirio. – (Fortunato) Pensaste que me había olvidado.

Fortunato. – Si mi adorada Martirio, como nadie decía nada pensé que la iba a pasar solo.

Martirio. – Lo que pasa es que necesitaba tiempo para organizarlo todo, bueno, ahora nos vamos todos al Restaurant donde tengo todo preparado listo para comer y bailar.

Fortunato. – Que feliz me haces mi dulce Martirio.

Martirio. -  Espérame que me voy a ponerme mi vestido nuevo de seda francesa y nos vamos a divertir toda la noche.

Fortunato. – (Con gesto de preocupación) El de color celeste.

Martirio. – Si ese ¿Por qué?

Fortunato. – Es que la puse a lavar en la lavadora.

Martirio. – Que, estás loco, ya la arruinaste ¡Ah no! ¡Yo te mato Fortunato! (coge un objeto y lo persigue hasta salir del escenario, los demás van detrás gritando) No lo mates, no lo mates

FIN

 

 

 

 

 

 

 

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